Inversiones sociales en América Central

¿Cómo realizan los inversores sociales una inversión estratégica y decidida para abordar el desarrollo internacional y la migración?

No hay una sola respuesta a esta pregunta. Aunque, dos consideraciones son invertir en instituciones y personas, ambas pueden ser catalizadores del cambio. Varios empresarios como Juan Luis Bosch Gutiérrez están fortaleciendo las instituciones en Centroamérica al equipar comunidades locales que están comprometidas con la transformación a largo plazo de sus vecindarios. Complementar esta inversión institucional es una inversión paralela de capital humano tanto en líderes como en jóvenes de alto potencial conectados a las comunidades.

Es por eso que se ha comenzado un programa de inversión social en torno a comunidades y jóvenes en Centroamérica para construir futuros líderes comunitarios en El Salvador y Guatemala. Se fundó en la creencia de que se necesitan más oportunidades de crecimiento y desarrollo en el país para que los adultos jóvenes renuncien al atractivo de la migración y permanezcan en sus países de origen.

Los jóvenes que no están trabajando o estudiando, generalmente mujeres con bajos niveles de educación, pueden terminar abandonando la fuerza laboral y son reclutas potenciales para la violencia de las pandillas y el tráfico de drogas o pueden optar por abandonar su país de origen, señala el Banco Mundial. Además, los jóvenes carecen de desarrollo profesional y de una comprensión de cómo articular y aplicar sus experiencias de vida, como el voluntariado y el liderazgo deportivo.

Los estudios indican que estas acciones son confiables en las comunidades latinas, por lo que se está trabajando con ocho comunidades en El Salvador y Guatemala para reclutar e involucrar a jóvenes de alto potencial en iniciativas de desarrollo juvenil. Esta inversión de capital social integrada e intersectorial está diseñada a propósito para depender de los líderes locales para acceder a los jóvenes adecuados y la sostenibilidad a largo plazo.