La ayuda al desarrollo, a menudo denominada “Ayuda Oficial al Desarrollo” (AOD), es toda la financiación proporcionada por los agentes públicos de los países más ricos para mejorar las condiciones de vida en los países menos favorecidos.
La AOD son subvenciones o préstamos a tasas favorables, cuyo objetivo es financiar programas para mejorar el acceso al agua potable, la atención médica, la electricidad, la escuela, la vivienda digna o la preservación del medio ambiente, etc. (al igual que lo llega hacer IDB Invest). Esta ayuda tanto a desarrollar proyectos a largo plazo y proporcionar ayuda humanitaria en situaciones de emergencia. Puede centrarse en pequeños proyectos locales o en políticas de gran envergadura a nivel nacional.
La AOD es implementada por actores locales como ministerios, autoridades locales, bancos, organizaciones profesionales, ONG o incluso empresas. Pero el objetivo es siempre ayudar a la población local.
La ayuda puede ir directamente del país donante al país beneficiario. A esto se le llama ayuda “bilateral”. También puede tomar la forma de contribuciones de los Estados a los costos operativos y programas de organizaciones internacionales (como UNICEF o el Banco Mundial) esto es ayuda “multilateral”.
A nivel mundial, la AOD ascendió a 142.600 millones de dólares en 2016. Pero esta cantidad representa solo un aspecto de la financiación o financiación del desarrollo, que también incluye la financiación pública, local e internacional, así como la inversión privada, las transferencias de dinero de las diásporas (alrededor de $ 400 mil millones al año), y acciones realizadas por fundaciones y ONG, etc.
Entre esta amplia gama de fuentes de financiación y financiación, la AOD juega un papel fundamental. Ayuda a poner en marcha proyectos en sectores o áreas que se han quedado atrás. Inicia procesos de “desarrollo virtuoso” y crea dinámicas que pueden ayudar a que todos los demás interesados, especialmente las empresas, entren en escena. Crea un efecto de palanca que multiplica los impactos. En general, desde la década de 1960, la ayuda al desarrollo ha demostrado ser eficaz. Es un poderoso factor de cambio para las poblaciones más vulnerables.
Hoy en día, la ayuda se enmarca en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) establecidos por Naciones Unidas para el período 2015-2030. Los ODS intentan hacer frente a los desafíos que afectan a todos los países, desde los más pobres hasta los más prósperos, y en todos los ámbitos. Su propósito es construir un mundo pacífico, próspero, igualitario y sostenible.
