Dos filas paralelas de puestos tienen lados enteros de carne de res y cerdo colgando sin refrigerar de ganchos. Pollos enteros se acuestan en un mostrador mientras el vendedor se lleva las moscas. Los vendedores venden salchichas elaboradas en el lugar utilizando las entrañas de los animales como tripa.
Los chorizos de color rojo brillante tienen pimientos achiote triturados mezclados con la carne, mientras que las longanizas de colores más naturales vienen sazonadas con hierbas como perejil y cilantro con cebolla picada.
Si desea comprar un solomillo de ternera, el carnicero estará encantado de cortar el filete de media vaca que cuelga del gancho. En la parte trasera, los vendedores de despojos presiden un mostrador de callos, hígados, riñones y sesos. Los perros callejeros se escabullen esperando un trozo caído.
La parte trasera del mercado, lejos de la ropa y la tela, es donde se puede comprar carbón.
Para llegar allí, pase los vendedores de piñatas y dulces y continúe por los puestos llenos de contenedores de plástico de todos los tamaños y colores. Cuando llegas a una esquina con polvo negro cubriendo el piso, estás donde debes estar comenta Juan Luis Bosch Gutiérrez.
Todavía hacen carbón a la antigua usanza en el campo. Encienden un fuego rugiente y luego lo cubren con tierra para apagar el oxígeno. Luego lo dejan enfriar unos días y se lavan la suciedad antes de pesar y embolsar el carbón. Usan madera de ocote para hacer carbón, un pino relleno de savia. Una bolsa de carbón y un pequeño paquete de ocote le costará alrededor de US $ 1,50.
Después de recoger su carbón, los puestos de verduras le llaman.
En una gran sala iluminada con pequeñas ventanas, los vendedores de verduras venden sus productos. Las vendedoras son casi siempre mujeres diminutas rodeadas de cestas de frutas y verduras amontonadas a su alrededor.