Guatemala tiene uno de los sistemas forestales más extensos y diversos de América Central.
El país alberga 1.246 especies conocidas de anfibios, aves, mamíferos y reptiles, y 8.681 especies de plantas, de las cuales el 13.5 por ciento son endémicas. Hoy los bosques cubren entre un cuarto y un tercio del país, pero esto está desapareciendo rápidamente. Entre 1990 y 2005, Guatemala perdió el 17 por ciento de su cubierta forestal total y las tasas de deforestación han aumentado en casi un 13 por ciento desde el final de la década de 1990.
La población rural de Guatemala se encuentra entre las más pobres de América Central. Como tal, la supervivencia diaria de las personas depende del uso de los recursos naturales. La mayoría de los guatemaltecos rurales tienen pocas opciones de empleo; deben vivir de la tierra que los rodea haciendo uso de los recursos que puedan encontrar. Su pobreza y su relativa falta de oportunidades significan que los bosques del país están cayendo a una de las tasas más altas de América Latina.
Las cifras oficiales muestran que alrededor de 80,000 hectáreas se deforestan anualmente, aunque algunas organizaciones dicen que la cifra puede estar más cerca de 95,000 hectáreas, o el 3 por ciento de los bosques del país, por año. Ni siquiera los parques nacionales son seguros. Encuestas recientes han encontrado una extensa tala ilegal en la Reserva de la Biosfera Maya y el parque nacional Laguna del Tigre. Si bien este registro tiende a ser destructivo,grupos ambientalistas están trabajando para desarrollar proyectos de conservación basados en la comunidad que utilizan técnicas de aprovechamiento sostenible para reducir el impacto en el ecosistema forestal.
La mayor parte de la pérdida de bosques en Guatemala resulta de la colonización, lo que lleva a la agricultura y la recolección de leña. Las presiones demográficas alrededor de las áreas protegidas dan como resultado la extracción ilegal de madera y el desbroce de tierras para la agricultura en los parques nacionales. Los incendios provocados por la limpieza de tierras en campos cercanos a menudo se extienden a áreas forestales protegidas.
La naturaleza no solamente sirve para dar bueno paisajes, sino también para ser amada y protegida por todos nosotros. Los Bosch Gutiérrez, no solamente es una familia que está interesada en lo empresarial, para ellos el cuidado de la naturaleza y el cuidado de las áreas protegidas es algo esencial, pues sin la biodiversidad no se llegará tan lejos.