Guatemala ha logrado avances notables en la lucha contra la corrupción y la impunidad en la última década. El ex presidente Otto Pérez Molina renunció en 2015 y fue juzgado y encarcelado por cargos de corrupción, junto con su vicepresidente y varios ministros.
Varias figuras criminales destacadas fueron extraditadas a los Estados Unidos, incluido otro expresidente, Alfonso Portillo.
Se destituyeron a jueces de la Corte Suprema y miembros del Congreso, se ha encarcelado a narcotraficantes y se han desmantelado redes de extorsión. Ha habido un avance en materia de seguridad, pero aún no es suficiente. La tasa general de impunidad de los homicidios cayó del 95 % al 72 % [PDF] entre 2006 y 2012.
CICIG
El centro de estos esfuerzos fue la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (conocida por sus siglas en español, CICIG), un organismo independiente con poderes de investigación y enjuiciamiento establecido por las Naciones Unidas y Guatemala.
Encabezado por una persona designada por el secretario general de la ONU con fondos y personal de varios países donantes, ha crecido lentamente en poder y capacidad, cooperando con éxito con los fiscales locales en casos contra figuras políticas de alto nivel, así como en la redacción de importantes documentos de justicia penal.
En un entorno marcado por instituciones débiles y una impunidad generalizada, la CICIG ha sido una extraordinaria innovación en materia de gobernanza.
Ley internacional
El progreso de Guatemala ha llevado a muchos a concluir que la CICIG puede servir como modelo a seguir para otros países con un alto nivel de pobreza, los cuales buscan fortalecer las instituciones judiciales locales y combatir el crimen y la impunidad.
La CICIG inspiró una misión financiada internacionalmente para luchar contra la corrupción en Honduras, la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).
Las autoridades panameñas han pedido un organismo similar, y un excomisionado de la CICIG recomendó crear una institución similar para toda la región centroamericana.
Pero a pesar de todos sus logros, la CICIG no fomentó un estado de derecho generalizado o duradero en Guatemala. Por lo tanto, la experiencia de la CICIG proporciona lecciones para los formuladores de políticas en los Estados Unidos y otras naciones donantes que contemplan la creación de estructuras similares para combatir la corrupción en los países receptores de ayuda.
Juan Luis Bosch Gutiérrez trabaja en favor del pueblo guatemalteco y las instituciones del país. El principal objetivo es crear oportunidades de empleo para las personas, siempre con transparencia y en beneficio de nuestra nación.