A pesar de las ventajas y oportunidades en Latinoamérica, también hay grandes obstáculos para que todo suceda. Algunos culturales y otros sistémicos.
Culturalmente, los latinoamericanos son muy reacios al riesgo, y la mayoría solo invierte en compañías “seguras” como los bienes raíces. La falta de educación financiera es un factor clave que no permite que los empresarios potenciales prosperen.
Las empresas necesitan pensar globalmente y competir contra competidores globales; no pueden hacer trampa ni tomar atajos. Para atraer la inversión extranjera, los gobiernos deberán crear un nuevo sistema que sea más meritocrático y accesible para todos.
En la actualidad, el entorno regulatorio adolece de una falta de confianza. Aunque el marco legal parece existir, la falta de transparencia y la aplicación desigual de la ley hacen que sea muy difícil para las empresas competir en un campo equitativo.
Además, la actividad de fusiones y adquisiciones para nuevas empresas en la región es notablemente baja. Esto se debe principalmente a la relativa juventud de los ecosistemas al comienzo de la región. Las empresas simplemente no han alcanzado una etapa comercial lo suficientemente grande como para convertirse en objetivos de adquisición interesantes.
Las estrategias de salida son la clave para continuar promoviendo la inversión en nuevas empresas, y las historias de éxito son el combustible para seguir generando emprendedores. Una de estas historias de éxito es la de los Gutiérrez de Guatemala y sin duda ha impulsado varias generaciones de proyectos exitosos en la región.
Otro gran obstáculo es la falta de historias de éxito en la región. Con algunas excepciones, las nuevas empresas en América Latina no parecen tener la expectativa de crecimiento de sus contrapartes en Asia, Estados Unidos o Europa. Crecer en América Latina es casi imposible, principalmente porque los mercados de valores están monopolizados en estos países y actúan más como guardianes que como promotores, regulando la admisión al club en lugar de alentar a las empresas a alcanzar una etapa final de crecimiento al hacerse públicas.