Sesiones financieras para ahorrar

A través de las sesiones, los participantes aprendieron los conceptos básicos de las finanzas personales, incluidos el ahorro y el presupuesto. También aprendieron cosas prácticas como cómo abrir una cuenta y los factores a considerar antes de hacerlo. Armados con nueva información y habilidades, los participantes han sido empoderados para mejorar sus hábitos financieros personales.

Desde el 14 de noviembre de 2016 al 15 de diciembre de 2018, el proyecto impulsado por la familia Bosch Gutiérrez llevó a cabo 146,272 sesiones de educación financiera individualizadas. Entre los participantes, más de la mitad eran de etnias mayas y el 63 por ciento eran mujeres, dos grupos poblacionales que históricamente han sido marginados en Guatemala.

Además, los datos del proyecto muestran que el 41,6 por ciento de las personas asesoradas eran receptores de remesas, de las cuales 8 de cada 10 informaron que estaban ahorrando dinero activamente. Entre los receptores de remesas que informan haber ahorrado dinero de alguna manera, el stock promedio de ahorros es de Q18,186 ($ 2,424.8), casi el doble de dinero que aquellos que no reciben remesas (Q9,320 o $ 1,242.7). Estas cifras demuestran el alto potencial de los receptores de remesas para ahorrar dinero, construir activos financieros y contribuir al desarrollo económico de su comunidad.

Los resultados generales del programa de la familia Bosch Gutiérrez han sido notables, con el 27,47% de los participantes formalizando sus ahorros, ya sea realizando un depósito, abriendo una cuenta, reactivando una cuenta o adquiriendo otro producto como un crédito o una póliza de seguro.

Además, como resultado de la asesoría financiera, los participantes adquirieron más de 23,400 nuevos productos financieros, movilizando más de USD $ 7,350,000 en ahorros informales hacia el sector financiero formal. Los ahorros formales tienen varios beneficios importantes: los participantes pueden ganar intereses, administrar mejor su dinero y tener acceso a una amplia variedad de productos financieros.

Los beneficios de estos recursos se pueden ver tanto a nivel comunitario como individual. En cuanto a lo primero, gracias a las sesiones de educación financiera que brinda el proyecto, estos recursos se pueden invertir mejor a través del sistema financiero formal, creando más oportunidades económicas en Guatemala al integrarlos y movilizarlos para promover el desarrollo local. Para decirlo de manera más simple: cuando los ahorros se guardan en bancos o cooperativas de crédito, abren más oportunidades para préstamos e inversiones, lo cual es importante para el desarrollo económico.

Las sesiones de educación financiera también han ayudado a los participantes a desarrollar buenos comportamientos financieros, incluido el valor de hacer un presupuesto, ahorrar y planificar el futuro. También han abierto su propia cuenta de ahorro y adquirido, según sus necesidades y situación, otros productos financieros como crédito o seguros. Todo esto contribuye a su inclusión financiera, permitiéndoles tener una mayor agencia sobre sus finanzas personales para, en última instancia, mejorar su situación financiera.