Si caliento un sólido, los átomos o las moléculas empiezan a rebotar un poco, pero siguen manteniéndose en sus ordenadas filas. Ahora bien, si añado una ráfaga extra de calor, el sólido se convierte en líquido. Esto significa que los átomos y las moléculas rebotan con tanta fuerza que empiezan a moverse, rompiendo esas filas […]