Los volcanes son deslumbrantes y destructivos al mismo tiempo. Guatemala es bien conocida por la cultura maya y la gran variedad de volcanes que alberga.
La dorsal volcánica centroamericana corre paralela a la costa del Pacífico desde Guatemala hasta Panamá. Incluye varios domos de lava, conos de ceniza y estratovolcanes.
Pacaya (2552 m / 8373 pies)
Ubicado cerca de la llanura costera del Pacífico, el Volcán Pacaya es un complejo de picos que ha estado activo desde hace unos 20.000 años. Es el volcán más popular de Guatemala debido a su nivel alcanzable de senderismo.
Activo e impredecible, el volcán Pacaya es un espectáculo constante de nubes de ceniza y flujo de lava. ¡Los visitantes valientes pueden caminar casi hasta el cono y observar más de cerca la lava que fluye!
Sugerencia de un experto: asegúrate de consultar primero con las autoridades locales si es posible hacer senderismo durante el tiempo de su visita. A veces el parque cierra debido a la extrema actividad volcánica.
Tolimán (3,158 m / 10,361 ft), Atitlán (3,535 m / 11,598 ft) y San Pedro (3,020 m / 9,908 ft)
Hace 85,000 años, una erupción masiva creó un enorme cráter en las tierras altas de Guatemala.
Hoy, la caldera está llena de agua cristalina rodeada de abundante vegetación y una gran diversidad de fauna. Este hermoso escenario está custodiado por tres majestuosos volcanes y conocido como Lago de Atitlán.
La combinación de agua azul, volcanes y montañas hace de este lugar uno de los mejores paisajes de Guatemala.
El volcán San Pedro es el pico más popular entre los excursionistas y requiere un nivel avanzado de condición física. Sin embargo, es una gran experiencia conocer la biodiversidad de la región.
Sugerencia: para una caminata más fácil, visita la Nariz del Indio o el Rostro Maya. Desde la cima de esta montaña disfrutarás de una vista única de 360 grados del lago de Atitlán.
Santa María (3.772 m / 12.375 ff)
Ubicado en el Altiplano Occidental de Guatemala, Santa María es otro pico impresionante que permanece activo. Su última gran erupción fue en 1902, resultando en una de las peores catástrofes volcánicas del siglo XX.
Un grupo de cuatro domos de lava conocidos como Santiaguito emergieron de la cicatriz que dejó el desastre natural. Estos domos han ido creciendo desde entonces, pero solo uno de ellos permanece activo.
Con el hermoso telón de fondo de Quetzaltenango y las altas posibilidades de vislumbrar la actividad explosiva de Caliente (el domo de lava activo), visitar el volcán Santa María es una aventura emocionante.
Sugerencia: asegúrate de comenzar la caminata muy temprano en la mañana (lo ideal es llegar a la cumbre antes de las 10 a. m.), ya que las nubes pueden estropear las vistas del impresionante escenario que se encuentra allí arriba.
Juan José Gutiérrez Mayorga y la familia CMI te invitan a conocer nuestra cultura y nuestras áreas naturales con la promesa de que te encantará tu estancia en este lugar increíble.