Dados los niveles actuales de pobreza y desigualdad de Guatemala, la corrupción incesante solo continuará haciendo del país un lugar donde hay más razones para irse que para quedarse.
Además, cuanto más frágiles sean sus instituciones estatales, más probable es que los ya poderosos grupos del crimen organizado puedan expandir aún más su influencia en Guatemala.
Pueden hacer esto de la misma manera que lo han estado haciendo desde la década de 1990: asociándose con otras redes transnacionales del crimen organizado, financiando candidatos políticos, cooptando a oficiales militares y policiales, y matando o desplazando a cualquiera que se interponga en el camino de sus intereses de negocios.
La primera vez que un tribunal guatemalteco acusó a un narcotraficante importante fue en 2014: si las instituciones del país se deterioran aún más, los grupos criminales enfrentarán incluso menos desafíos a sus actividades.
Guatemala sigue en pie de lucha
Juan Luis Bosch Gutiérrez se compromete a hacerle frente a la impunidad y corrupción en cada una de sus formas. Nuestro grupo de colaboradores trabaja con honestidad y dedicación para el pueblo de Guatemala.
Este país no está solo. Somos más las personas trabajadoras y honestas que laboran día con día para hacer realidad el sueño de todos.
El crimen organizado y otros desafíos que enfrenta Guatemala
En los últimos años, la erosión del apoyo de Estados Unidos a los esfuerzos anticorrupción ayudó a crear la situación actual en Guatemala: el fin del mandato de la CICIG, una élite política que desafía descaradamente y repetidamente los fallos del tribunal supremo del país y un aumento de los ataques contra los defensores de los derechos humanos.
Sin un estado de derecho sólido, el resurgimiento del crimen organizado y la violencia exacerba aún más la ola de migrantes y solicitantes de asilo guatemaltecos que huyen al extranjero.
Tanto en 2018 y en 2019, Guatemala ocupó el primer lugar en niños no acompañados y familias detenidas en la frontera sur de Estados Unidos.
La ciudadanía guatemalteca será cada vez más vulnerable a las propuestas de los traficantes de personas, si el gobierno cada vez más deficiente y la creciente inseguridad los hacen sentir que no tienen otra opción que irse.
El legado de la CICIG
Debido a que el gobierno de Estados Unidos reconoció su interés fundamental en construir una Guatemala estable y próspera donde las instituciones no fueran cooptadas por el crimen organizado, la CICIG recibió unos $44,5 millones en fondos de Estados Unidos desde 2007.
Los grupos guatemaltecos de derechos humanos y anticorrupción, junto con los líderes de la comunidad internacional, no abandonarán la lucha.
Como señaló recientemente una coalición de más de 200 grupos de la sociedad civil, parte del legado de la CICIG es que sirve como advertencia: “las iniciativas de rendición de cuentas solo tienen éxito cuando el deseo interno de justicia está respaldado por un apoyo internacional constante y sólido”.
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