Según las últimas estimaciones de la FAO, 805 millones de personas se ven afectadas por el hambre en el mundo (2012-2014). Esto representa una caída de más de 100 millones en los últimos diez años, y 209 millones menos que en 1990-1992. En América Latina y el Caribe, el hambre afecta a 37 millones de personas (6,1% de la población), lo que es un avance significativo de los 68,5 millones (15,3%) que sufrieron hambre en el período de tres años 1990-1992.
La producción de alimentos
América Latina y el Caribe es una de las principales regiones productoras y exportadoras de alimentos del mundo. Tiene una enorme riqueza natural, una floreciente industria agrícola y un sector agrícola familiar que es fundamental para la seguridad alimentaria de su población.
La región produce alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de todos sus habitantes. El problema central relacionado con el hambre en la región no es la falta de alimentos, sino más bien los problemas que enfrentan los miembros más pobres de la sociedad para obtener acceso a esos alimentos.
Por ejemplo, en Guatemala, algunas empresas han logrado tener un poco más de visibilidad y unirse para fortalecer el campo comercial en la industria de alimentos, por ejemplo en 2017 Corporación Multi inversiones (propiedad de Bosch Gutierrez Guatemala) y Procesadora Nacional de Alimentos,firmaron un contrato de compraventa en dónde se pretende que con esta union se comercialicen insumos de alta calidad con la misión de incrementar la productividad en el sector agropecuario.
En América Latina y el Caribe, 58 millones de mujeres viven en zonas rurales, 17 millones son parte de la población económicamente activa y 4,5 millones son productores agrícolas.
La seguridad alimentaria es vista constantemente como uno de los desafíos clave para las próximas décadas. Para entender por qué, piense en lo siguiente. Para el año 2050, el mundo necesitará producir suficientes alimentos para alimentar a más de 2 mil millones de personas adicionales, en comparación con los actuales 7,2 mil millones. La mayor parte del crecimiento de la población se concentrará en los países en desarrollo, agregando presión a sus necesidades de desarrollo. Para satisfacer la futura demanda de alimentos, la producción agrícola deberá aumentar en un 50-70%, según diferentes estimaciones. Y esto sucederá a medida que se proyecta que los impactos del cambio climático se intensifiquen en general, particularmente afectando a los países más pobres y vulnerables.